La uña encarnada: sus causas, tratamiento y prevención desde el punto de vista de la podología

La uña encarnada, también conocida como onicocriptosis, es una condición común que ocurre cuando el borde de la uña, normalmente en el dedo gordo del pie, se incrusta en la piel que la rodea. Este problema puede causar dolor, inflamación y, en casos más avanzados, una infección. Desde la perspectiva de la podología, es fundamental entender sus causas, los métodos para su tratamiento y las estrategias de prevención contra ella, con el objetivo de evitar complicaciones.

Adelina Alvarez, podóloga del Hospital HLA San Carlos explica que, “las uñas encarnadas, pueden desarrollarse por varios factores, entre los cuales destacan, el corte incorrecto de las uñas, el uso del calzado inadecuado, los traumatismos repetitivos en la zona, la anatomía del pie o de la uña y la biomecánica del paso”.

“Los síntomas de una uña encarnada pueden variar según la gravedad del caso, pero generalmente incluyen, dolor y sensibilidad en el área afectada, enrojecimiento e hinchazón alrededor de la uña, aparición de pus o líquido en caso de que haya infección, o un crecimiento anormal del tejido alrededor del borde de la uña, llamado granuloma”, añade la profesional.

El podólogo es el especialista ideal para tratar las uñas encarnadas, ya que ofrece soluciones específicas y evita complicaciones futuras. La forma de proceder ante este problema suele centrarse en dar un tratamiento conservador para los casos más leves, donde el podólogo puede retirar cuidadosamente el borde de la uña que está incrustado, limpiar la zona y aplicar antisépticos en ella para prevenir infecciones. También se puede recurrir a la ortonixia para la corrección de la uña, se trata de una técnica mediante la cual se colocan bandas o brackets en la uña para corregir su crecimiento y así evitar que vuelva a encarnarse. Para casos recurrentes o graves, se puede realizar una cirugía menor, optando por una intervención quirúrgica, como la matricectomía parcial, procedimiento que consiste en retirar permanentemente la porción de la matriz ungueal responsable del crecimiento del borde afectado. Si finalmente hay signos de infección, el podólogo puede recomendar antibióticos tópicos u orales.

La prevención de la uña encarnada es posible mediante un corte adecuado de las uñas, cortando las de los pies en línea recta, y sin redondear sus bordes. Usar calzado cómodo, evitando los tacones altos y eligiendo zapatos con suficiente espacio para los dedos, en lugar de recurrir a calzado estrecho. Es importante tener una buena higiene y cuidado de los pies, manteniéndolos limpios y secos para reducir el riesgo de infecciones y haciendo visitas regulares al podólogo, especialmente si se tiene una predisposición genética o condiciones previas como la diabetes.

La uña encarnada es una afección que puede ser tratada y prevenida de manera efectiva con la orientación adecuada de un podólogo. Ignorar este problema puede llevar a complicaciones graves, como infecciones recurrentes o dolor crónico. Por ello, antes los primeros síntomas, es fundamental buscar atención especializada para garantizar la salud y el bienestar de tus pies.

Sobre Grupo Hospitalario HLA

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