Apnea del sueño
La apnea del sueño (AOS) es una enfermedad muy frecuente, que afecta no solo la salud del individuo sino la de su entorno. Consiste en una parada total o parcial del aire que habitualmente entra y sale de los pulmones mientras duerme, lo que denominamos apneas.
Las paradas respiratorias se producen por una obstrucción de la vía aérea superior, se cierra o se colapsa la zona de la garganta. Los factores que predisponen a la apnea del sueño son muy variados, pero en muchos de los casos la causa fundamental es el exceso de peso.
Para poder diagnosticar la enfermedad lo más importante es reconocer las manifestaciones más comunes como son: el cansancio intenso y la tendencia a quedarse dormido en las actividades de la vida cotidiana, incluso mientras conduce. Además de ronquidos frecuentes y mal descanso nocturno.
El diagnostico y tratamiento de esta patología mejora la calidad de vida del paciente, disminuye el factor de riesgo cardiovascular y favorece una adecuada salud respiratoria.
La apnea obstructiva del sueño por si sola es un factor de riesgo cardiovascular, que aumenta las probabilidades de hipertensión arterial, arritmias, eventos cerebro-vasculares, infarto, angina de pecho, entre otros.
El abordaje de la apnea obstructiva del sueño incluye factores múltiples, como la pérdida de peso, alimentación saludable, evitar el consumo de alcohol y realizar ejercicio físico.
El tratamiento habitual es la CPAP: una máquina que a través de una mascarilla por la nariz o por la nariz y la boca, administra una presión positiva de aire sobre la vía aérea y evita que se “cierre” la garganta durante el sueño, con lo que disminuye la presencia de apneas.